miércoles, 25 de febrero de 2009

Cuento 5: La Tía de Esteban

"La Tía de Esteban”

Acudí con Esteban, gran amigo desde la más tierna infancia, a casa de su tía Gertrudis, una anciana octogenaria que según Esteban nos haría pasar una divertida tarde.Hacía tiempo que ambos habíamos visto en cine “la cena de los idiotas”, y desde entonces nos aficionamos al cruel deporte de la apología de la sorna, a sabiendas que, en último caso, tal vez nosotros fuéramos los más idiotas.Esteban me prometió que no me arrepentiría de la visita a tía Gertrudis; así acudimos puntuales a su casa. Nada más entrar comprobé que la anciana tía era algo estrafalaria, paredes decoradas en distintos y llamativos colores, decenas de gatos y aunque cueste trabajo creerlo, un perro chigüagüa disecado sobre un monolito en mármol. - Es leo, mi perrillo, una preciosidad ¿ Verdad ?- Sí, desde luego- contesté dirigiendo una sonrisa a mi amigo, la tarde prometía...A continuación nos sentamos en la sala de estar, dónde nos contó que su marido, muerto hacía años, era un enamorado de los sellos, y que en concreto estaba muy interesado en los de temática “ de Autos de Fe”, de los cuáles no encontró ninguno...¿ pero existían?..joder con la vieja.En casa de tía Gertrudis estaba prohibido el café, su marido era de tensión alta, ella no, pero dijo que mantenía la costumbre, - Os he preparado una infusión de calcio- nos anunciaba desde la cocina.- Estas son las cosas de mi tía...( reía Esteban, sabiendo el muy cabrón que aborrezco las infusiones)- Os va a encantar mozalbetes- decía mientras añadía agua caliente a la taza, la cual tenía dentro esos objetos metálicos en forma ovoide con cadenita incluida.- Seguro que sí- contesté mientras tragaba el primer sorbo de agua sucia...Aquello sabía a mil demonios, era como lamer una lata de hierro.-Exquisito señora, sin duda una delicatesen ¿ y cómo ha conseguido una infusión de calcio? Es la primera vez que la tomo.-Mira hijo, desde que mi difunto marido se partió la cadera, decidí que el aporte de calcio era im-pres-cin-di-ble ( recalcó). Así que nada más que falleció mi esposo, mandé le arrancaran todas las muelas sanas, y aquí las tengo en los cacharrillos estos metálicos para preparar las infusiones de calcio, ni que deciros lo que tardarán esas muelas en gastarse con el agua hirviendo...¿ os veo mala cara hijos?Los dos idiotas salimos de la casa, no sin tomar hasta el último sorbo de la infusión de muelas del tío Ricardo, jurando y rejurando abjurar de la sorna, y de las infusiones, sobre todo, de las de calcio.

Cuento 3: Juego de Niños

JUEGO DE NIÑOS

Fernando asomó la cabeza por la puerta entreabierta- ¡ Hola Joaquín! ¿ Qué haces?- En el fondo del dormitorio Joaquín observaba por la ventana al mismo tiempo que enarcaba los hombros como respondiendo a la pregunta.
-Si has merendado había pensado que podíamos jugar un rato en la calle, venga, tu eliges juego...- Joaquín lo miraba con desencanto, de soslayo. –
¿ Soy o no soy tu mejor amigo?- Joaquín se encogió de nuevo de hombros:
- Sí tu lo dices, lo seré, ¿ Me has dicho que elijo juego? – Asintió Fernando en silencio. –Pues jugaremos a “duelo de vaqueros”.
Bajaron deprisa las escaleras ocultándose en el frondoso jardín de la vista de los demás, uno frente al otro, ambos con su pulgar e índice preparados sobre sus caderas, mirándose con alguna que otra fugaz sonrisa entrecruzada...-¡ “ Paión, paión...! gritó Joaquín soplando su humeante índice, en el suelo, Fernando interpretaba un quejido, -Maldito pistolero, fuiste más rápido que yo..ag...ag...ag.

-¿De dónde vienes Fernando?
- Ya lo sabes...
- Otra vez, ¿ No te das cuenta?
- ¿ De qué tengo que darme cuenta?
- Que no tiene solución Fernando, no la tiene...
- Iré a la residencia cuantas veces quiera ¿ Lo entiendes? Es mi padre aunque yo para él ya no sea su hijo...
- No te recuerda, te martirizas.
- Para nada cariño, he conocido al mejor amigo del mundo,¿ y sabes una cosa? Disfruto cuando cada tarde enfunda su colt imaginario y me muestra la sonrisa más dulce que vi nunca...

Cuento 3: Juego de Niños

JUEGO DE NIÑOS

Fernando asomó la cabeza por la puerta entreabierta- ¡ Hola Joaquín! ¿ Qué haces?- En el fondo del dormitorio Joaquín observaba por la ventana al mismo tiempo que enarcaba los hombros como respondiendo a la pregunta.
-Si has merendado había pensado que podíamos jugar un rato en la calle, venga, tu eliges juego...- Joaquín lo miraba con desencanto, de soslayo. –
¿ Soy o no soy tu mejor amigo?- Joaquín se encogió de nuevo de hombros:
- Sí tu lo dices, lo seré, ¿ Me has dicho que elijo juego? – Asintió Fernando en silencio. –Pues jugaremos a “duelo de vaqueros”.
Bajaron deprisa las escaleras ocultándose en el frondoso jardín de la vista de los demás, uno frente al otro, ambos con su pulgar e índice preparados sobre sus caderas, mirándose con alguna que otra fugaz sonrisa entrecruzada...-¡ “ Paión, paión...! gritó Joaquín soplando su humeante índice, en el suelo, Fernando interpretaba un quejido, -Maldito pistolero, fuiste más rápido que yo..ag...ag...ag.

-¿De dónde vienes Fernando?
- Ya lo sabes...
- Otra vez, ¿ No te das cuenta?
- ¿ De qué tengo que darme cuenta?
- Que no tiene solución Fernando, no la tiene...
- Iré a la residencia cuantas veces quiera ¿ Lo entiendes? Es mi padre aunque yo para él ya no sea su hijo...
- No te recuerda, te martirizas.
- Para nada cariño, he conocido al mejor amigo del mundo,¿ y sabes una cosa? Disfruto cuando cada tarde enfunda su colt imaginario y me muestra la sonrisa más dulce que vi nunca...

Cuento 2: El Pan de Mamá

“ El Pan de Mamá”


Se encontraba en su pequeña cocina destartalada, con la tenue luz del atardecer; ella estaba sentada en un pequeño taburete, y en el suelo, a sus pies, un lebrillo de barro donde se disponía a hacer el pan.
Su hijo entró sigiloso, sabedor de la tarea que tenía entre manos su madre.
Añadió el kilo de harina, dos pizcas de sal y un chorreón de agua tibia, sus manos rodaban la harina, añadiendo poco a poco agua o de harina para conseguir que no se pegara a sus manos... Después, la masa madre, cuánto tiempo tendría...y vuelta a amasar.
Con sus palmas y nudillos enrollaba y aplastaba la masa una y otra vez, los grumos se deshacían poco a poco hasta conseguir que la masa se convirtiera en una tersa piel marfil.
Su hijo observaba con los codos sobre la mesa enharinada:
-¿ Mamá, desde cuándo existe el pan?
- Pues si no me equivoco es posible que haga más de cien mil años – decía mientras daba forma a las piezas.
- ¿ Y siempre se ha hecho el pan así?
- No hijo – decía mientras introducía la hornada en el horno de leña casero-, antes la gente iba a las grandes superficies, y a las tiendas a por el pan, y pagaban por ello.
- ¿ Antes de qué Mamá?
- Antes...yo tampoco conocí ese tiempo, cuando tus bisabuelos aún eran jóvenes, lo perdieron todo, todo se agotó, y volvieron...
- ¿ Volvieron a qué mamá?
- Volvieron todos, a trabajar la tierra- dijo sacando del horno el pan caliente, crujiente y dorado-.

Cuento 1: Testimonio de un Caracol

“Testimonio de un caracol"Me encuentro en un momento incierto y sin saber nada del mañana, me veo obligado a dar testimonio de algunos hechos acontecidos en mi lenta y arrastrada vida.Eclosioné de manera fortuita sobre un cardo borriquero en una fría mañana, mi vida ha sido una espiral continua. Desde pequeño sufrí debido a la ambigüedad de mi entorno familiar, pues no sabía si tenía padre o madre, ello me provoca una crisis de ansiedad tras la cual decido llamarlo/a un día mapá y otro pamá.En mi juventud curso estudios universitarios, pero mi tardanza en llegar a las aulas me convierte en estudiante perenne, así que me apunto a la tuna donde babeo la pandereta y además de ser caracol, evidentemente soy un plasta. Cuando me emancipo del cardo donde habito, mi arrastrada vida me conduce por muy variados lugares, no será para mí la velocidad un impedimento pues me endoso en el momento oportuno y en el lugar indicado, esto ocurre al adherirme al cepillo de un calvo que es viajante y comercial de palillos mondadientes...Encontré el amor y me caso con una caracola muy dulce, y gracias a dios nos ahorramos los gastos de la hipoteca pues llevamos la casa a cuestas. Consigo un trabajo muy motivador ( operario en la creación de fijador para el cabello) pero mi supervisor me hace moving constante llamándome baboso, mi señora me dice que no me enfade susurrándome al oído " eres mi hilillo de plata"...En la actualidad estoy en presidio junto a otros compañeros dentro de una redecilla, mañana según ha comentado un amigo de la trena nos van a ofrecer un baño al vapor( para que después digan de los presidios), a pesar de todo no sé como me sentará, mañana os escribiré otra misiva después del baño, ya se sabe, mi vida es una espiral.

Lento amanecer

LENTO AMANECER

La palabra,
se mece en tus labios cuando recitas mis versos;
Labios que me dicen,
palabras que me bailan al oído tu sincero amor;
Cántame los versos que arranqué del alma,
grítame en los ojos las verdades que por ti siento;
Cállate,
cierra tus labios,que me queman los versos...
Vierte en mí,
tú,
toda,
por completo,
tu ser.

Recuerdos de infancia

RECUERDOS DE INFANCIA


La cafetera gorgotea incesante su run run de sobremesa...
al fondo, las voces de mi madre y algunas vecinas,
cuchicheos, suaves risas, confesiones de mujeres...
Observo y oigo callado en la penumbra,
se vislumbra breves rayos de luza través de la persiana,
la cama, fresca y perfumada...
Percibo el rasgar de la cigarra que anuncia calor,
es la siesta de mi infancia sevillana,
me vence el sueño al son del tintineo de cucharas de un cafelito sureño.